La autoestima consiste en aceptarse primero a uno mismo para poder amar a los demás. Para muchos, en ella reside el secreto de una buena salud, una mayor belleza y, en definitiva, de una mejor calidad de vida.
A menudo, las personas piensan que valen tanto como sus posesiones, sus puestos de trabajo o su apariencia física, lo que puede llevarlos a ser muy críticos con sigo mismos, y en último término a la infelicidad. Para evitarlo, hay que apartar todo eso y trabajar la autoestima, para hacerla crecer con independencia de todo lo demás.
Aquí te ofrecemos algunos consejos para aumentar la autoestima. Porque es importante saber reconocer nuestros errores, pero también lo es saber cuáles son nuestras virtudes y nuestros logros:
No te compares con nadie, pues sólo conseguirás disminuir tu autoestima y la confianza que tienes en ti mismo. Aprende a quererte tal como eres, tanto con tus virtudes como con tus defectos.
Tú debes ser tu único juez. Que no te importe la opinión de nadie sobre ti, solamente la tuya propia y trabaja para que esta sea buena. Trata de ser positivo contigo mismo.
Recuérdate cada día, a poder ser por la mañana, justo antes de levantarte de la cama, que eres digno de ser amado.
Se amable con tu cuerpo, así como con tu mente. Practica el tipo de ejercicio con el que más disfrutes y no dejes ni un hueco en tu mente para los pensamientos estresantes. Las situaciones difíciles se superan dando pequeños pasos.
Convéncente a ti mismo cada día de que mereces una vida hermosa y realiza acciones para que así sea. Aparta todo lo negativo y empieza a creer en ti mismo y en todas ilimitadas posibilidades que tiene la vida.
Concéntrate en el aquí y el ahora. Sé feliz en el presente y no insistas en el pasado o el futuro, pues se corre el riesgo de caer en el remordimiento o la ansiedad y por consiguiente en la infelicidad.
Regálate cosas a ti mismo, que pueden ser desde un objeto hasta una siesta o una tarde de pura diversión haciendo aquello que más nos gusta solos o en compañía de personas que nos hacen sentir bien y queridos.
Déjate ver y escuchar. No te escondas del mundo. Tu imagen y las cosas que tienes que decir son tan válidas como las del resto. Nunca te menosprecies en ninguno de estos sentidos.