Una nueva batería de análisis independientes ha puesto en el punto de mira a los suplementos proteicos: muchos polvos y batidos incluyen más plomo por porción que lo aconsejable para todo un día, según las pruebas de Consumer Reports. En el extremo alto, Naked Nutrition Vegan Mass Gainer llega a 7,7 microgramos por toma y Huel Black Edition a 6,3; solo Muscle Tech 100% Mass Gainer no mostró contaminación.
El hábito de uso diario —a veces varias veces al día— multiplica el problema, porque el plomo se va acumulando en el organismo con el tiempo. La ausencia de un límite federal específico para estos suplementos y el hecho de que puedan comercializarse sin demostrar seguridad previa agravan la inquietud entre consumidores y expertos.
Qué han encontrado las pruebas independientes

El equipo de Consumer Reports evaluó 23 presentaciones de polvos y bebidas proteicas de venta libre. Más de dos tercios de los productos superaron el umbral diario de referencia de 0,5 µg asociado a la Proposición 65 de California, y en varios casos se sobrepasó hasta por diez veces esa cantidad.
Las diferencias por origen son llamativas: las fórmulas vegetales arrojaron valores muy superiores a las lácteas e incluso duplicaron a las derivadas de carne en algunas comparativas. Técnicamente, no existe una dosis de plomo que pueda considerarse “segura”; el riesgo aumenta con exposiciones repetidas.
En la revisión también se observaron concentraciones expresadas en ppb: en determinados lotes, Garden of Life alcanzó 61 ppb y Orgain 15 ppb. Quince años atrás, pruebas similares detectaron menos contaminación media; hoy, el peor producto analizado contiene más plomo por ración que el peor de entonces.
La fiebre por la proteína —desde el protein-maxxing hasta panes, pastas o refrescos enriquecidos— contribuye a una exposición acumulativa mayor. A la vez, el estadounidense medio ya toma más proteína de la necesaria a diario, lo que hace aún menos justificable cargar la dieta con trazas adicionales de metales pesados.
Consumer Reports no pide abandonar por completo estos productos, pero sí aconseja reducir la frecuencia, evitar los que más plomo presentaron y optar por alimentos reales (legumbres, tofu, huevos, lácteos, pescado, pollo, carnes magras) para subir la ingesta proteica con mayor margen de seguridad.
Respuestas de las marcas y controles de calidad

Antes de publicar los resultados, Consumer Reports contactó con los fabricantes de los 23 productos. Siete empresas no respondieron (BSN, Dymatize, Jocko Fuel, Muscle Milk, Owyn, PlantFusion y Transparent Labs), Optimum Nutrition se negó a comentar y Huel no contestó sobre la cantidad de cadmio.
Entre quienes sí contestaron, varias insistieron en que el plomo es un elemento natural difícil de evitar, sobre todo en fórmulas vegetales. Ocho compañías —Equip Foods, Garden of Life, KOS, Momentous, Muscle Meds, Muscle Tech, Orgain y Vega— afirmaron que analizan ingredientes y producto final para detectar metales pesados.
Huel aseguró someter sus materias primas a “rigurosas pruebas” y que sus productos se mantienen dentro de niveles establecidos por la organización independiente NSF. Naked Nutrition, por su parte, destacó que compra a proveedores con documentación de ensayos y solicitó una prueba de terceros para su Mass Gainer tras los hallazgos.
Desde Abbott (Ensure) indicaron que los niveles encontrados por CR son bajos para un producto vegetal y que el consumidor puede confiar en su seguridad; Quest sostuvo que los datos demuestran que sus programas de inocuidad funcionan. Garden of Life y Orgain defendieron el uso diario de sus referencias, afirmando que sus límites internos siguen las guías de FDA, EPA, OMS y EFSA.
Vega señaló que cumple toda la normativa aplicable y calificó de “inconsistentes” los resultados de cadmio frente a sus pruebas periódicas. La empresa opera bajo decretos de consentimiento de la Proposición 65 de California —acuerdos legalmente vinculantes— y ha abonado alrededor de 336.000 dólares para resolver denuncias de 2013 y 2018 por metales pesados sin la advertencia adecuada, sin admitir faltas. Además, cambió el origen de su proteína de guisante a Norteamérica (antes importada de China), un detalle relevante dado que los niveles naturales de metales dependen del suelo.
Momentous comunicó una revisión integral de fórmulas y abastecimiento; los productos evaluados por CR ya están descontinuados, aunque se incluyeron porque estos suplementos tienen una vida útil larga y pueden seguir en despensas.
En cuanto a sellos independientes, Momentous y Vega afirmaron cumplir estándares de NSF: 10 microgramos/día para plomo y arsénico inorgánico, y 4,1 microgramos/día para cadmio. Muscle Meds indicó que verifica el cumplimiento de 10 µg de plomo por ración; Naked Nutrition dijo estar en proceso de certificarse con NSF.
Qué dicen las autoridades y los límites de referencia
La mayoría de organismos internacionales no han fijado límites específicos para el plomo en proteínas en polvo o suplementos dietéticos. La EPA no regula plomo en alimentos, pero mantiene un nivel de acción de 10 ppb en agua del grifo (a modo comparativo, CR detectó 61 y 15 ppb en algunos productos de Garden of Life y Orgain, respectivamente).
La FDA no ha establecido niveles de acción para plomo en polvos o batidos proteicos, y la OMS sostiene que no hay una ingesta semanal de plomo que pueda considerarse segura. Por su parte, la EFSA sitúa en 3.000 ppb (3 mg/kg) el máximo de plomo permitido en suplementos, un umbral que especialistas de Consumer Reports consideran demasiado elevado como referencia saludable.
La FDA indicó que monitoriza contaminantes en polvos y bebidas proteicas mediante su programa de cumplimiento de elementos tóxicos, encuestas especiales y acuerdos con laboratorios estatales. La agencia avanzó que revisará los resultados de CR junto con sus propios datos para priorizar futuras acciones de prueba y cumplimiento.
Por qué aparece el plomo y cómo reducir la exposición
Los niveles observados se explican por varias vías: absorción desde el suelo en cultivos (como el guisante, base de muchas proteínas vegetales), diferencias geográficas en suelos y agua, y posibles aportes durante el proceso industrial (equipos, agua de proceso o manipulación). Algunas formulaciones y sabores pueden añadir variabilidad, y los lotes importados pueden arrastrar controles sanitarios dispares.
La combinación de un mercado en auge y un uso cotidiano facilita una exposición acumulativa sin que el consumidor lo perciba. Quienes pertenecen a grupos vulnerables —niños y embarazadas— deberían extremar la precaución con los suplementos, dado que ningún nivel de plomo en sangre se considera plenamente seguro.
Para quienes decidan seguir usando estos productos, conviene adoptar medidas de reducción de riesgo: priorizar marcas con ensayos de terceros publicados, buscar certificaciones reconocidas y moderar la frecuencia de consumo, evitando los artículos que más plomo mostraron en las pruebas.
- Limita las raciones semanales y evita tomar varias dosis al día de forma sostenida.
- Elige productos con certificación de terceros (p. ej., NSF o USP) y resultados accesibles.
- Si un envase incluye advertencias de la Proposición 65, valora alternativas con menor exposición.
- Considera cubrir la proteína con alimentos (legumbres, tofu, huevos, lácteos, pescado, pollo, carnes magras).
- Consulta con profesionales sanitarios en caso de embarazo o si el suplemento será de uso diario.
El panorama deja un mensaje claro: hay evidencia de plomo en una parte relevante del mercado de proteínas en polvo, con picos en fórmulas vegetales y respuestas desiguales de la industria, en un contexto sin límites federales específicos; mientras se afina la supervisión, lo más sensato es elegir con criterio, reducir la exposición y priorizar fuentes alimentarias para alcanzar los objetivos de proteína con mayor seguridad.
