Ir a clase de yoga no es la mejor idea cuando se tiene congestión nasal, sin embargo, practicar determinadas posturas de esta disciplina oriental en casa sí que puede ayudar aliviar las obstrucciones en la nariz.
En esta nota te aconsejamos tres posturas de yoga que, dado que sirven para abrir el pecho y mejorar la circulación, devolverán la fluidez a tu respiración nasal.
El puente es una forma suave y eficaz de abrir el pecho y enviar sangre fresca a la cabeza. Túmbate en la esterilla mirando hacia el techo. Estira las manos a los lados y dobla las rodillas, acercando los pies a los glúteos y manteniéndolos a la anchura de las caderas. Ahora haz fuerza con los muslos y el vientre para empujar la pelvis hacia arriba. Sin bajar la cadera, pasa las manos por debajo de la espalda y entrelaza los dedos. Haz presión contra el suelo para subir más. Mantén la posición durante 30 segundos. Vuelve lentamente al principio con una exhalación, bajando vertebra por vertebra.
La postura del camello descontraerá tu pecho y espalda a la vez que oxigena tus conductos. Arrodíllate y coloca las manos sobre los talones. Dobla la espalda hacia atrás buscando los pies con la cabeza hasta que sientas el estiramiento. Relaja el cuello y deja que la cabeza caiga de manera natural. Mantén la posición durante cinco respiraciones. Si no llegas a los talones con las manos o te duele, puedes colocarlas en la parte baja de la espalda, con los dedos apuntando hacia abajo.
La tercera y última postura de esta serie para aliviar la congestión nasal se llama el arco. Túmbate con el vientre contra la esterilla y trata de agarrarte los tobillos con las manos, flexionando para ello el cuello, la espalda y las rodillas. Si se hace correctamente, el cuerpo adquiere la forma de un arco, de ahí su nombre. Mantén la posición durante cinco respiraciones y relaja. El arco ayudará a abrir tu cuello y pecho, lo que conducirá a una mejor respiración.