La calidad del sueño en primavera puede verse afectada por numerosos factores, siendo los más importantes los altos niveles de polen y la subida de las temperaturas nocturnas respecto al invierno. Sigue estos consejos para que el cambio estacional pase suavemente sobre ti y no te impida dormir bien. De esta manera, podrás levantarte por la mañana descansado y de buen humor, que es la base para ser felices.
Prepara una cena ligera con productos de temporada. La primavera trae numerosos alimentos nuevos a tu supermercado, muchos de los cuales son plantas bajas en calorías y, sobre todo, fáciles de digerir. Las cenas copiosas pueden provocar malestar horas más tarde, dificultando el sueño.
Los estornudos, el picor de ojos y las molestias nasales pueden comprometer la calidad del sueño en primavera. Si notas estos síntomas de alergia, considera invertir en un purificador de aire para el dormitorio o tomar algun remedio natural. Si no experimentas ninguna mejoría, visita a tu médico para ver si es necesario medicación.
Practica ejercicio a diario, a poder ser por a primera hora para sacar partido de la motivación extra que ofrecen las mañanas soleadas. Cuando se pone el cuerpo a trabajar y nos cansamos lo suficiente –para lo que es necesario que la sesión dure al menos 30 minutos–, dormir por la noche es una tarea mucho más sencilla, sin importar cuáles sean los factores en contra.
Mantén una rutina. La llegada de los días cálidos invita a pasar más tiempo al aire libre, pero intenta no introducir demasiados cambios de golpe respecto al invierno (ve poco a poco), y sobre todo no cambies tu hora de ir a dormir, ya que esto interrumpirá el ritmo circadiano, aumentando el riesgo de sufrir insomnio.