Estos errores post-entrenamiento pueden echar por tierra tu esfuerzo y aumentar el riesgo de sufrir lesiones. Averigua qué cosas debes evitar para hacer que tu entrenamiento sea más eficaz y seguro.
No te premies con chucherías ricas en calorías después del entrenamiento, como rosquillas y otros productos de bollería. En su lugar, repón fuerzas con aperitivos saludables que te ayuden a reponer carbohidratos y proteínas, como una manzana pequeña cortada en rodajas con una cucharada de mantequilla de cacahuete untada o un yogur desnatado con algunas guindas. Ninguno de estos dos caprichos dulces supera las 150 calorías y te hará sentir igual o más satisfecho que la bollería industrial y la comida rápida.
No te toques la cara con las manos. Cuando practicamos ejercicio en lugares públicos es fácil que recojamos gérmenes con nuestras manos, los cuales pasarán a nuestro organismo si cometemos el error de limpiarnos aunque sólo sea una gota de sudor de la frente con un dedo desnudo. Utiliza toallas para secarte la cara durante y después del entrenamiento y corre a desinfectar tus manos tan pronto como sea posible con agua caliente y jabón. Si no hay cuarto de baño, utiliza toallitas antibacterianas o gel desinfectante. Este error post-entrenamiento también puede ser perjudicial para tu piel, por lo que es importante desde el punto de vista de la belleza.
No te saltes los ejercicios de enfriamiento ni de estiramiento. Estos son esenciales para facilitar la vuelta a un ritmo cardíaco normal y prevenir el dolor y las lesiones en los músculos que acabas de utilizar. Si andas corto de tiempo, acorta tu entrenamiento si es necesario, o comienza antes, pero nunca te marches sin enfriar y estirar tus músculos. Un ejemplo: Si solamente dispones de 15 minutos para una sesión de cardio antes de volver al trabajo, no gastes todo el tiempo en la cinta. Corre durante 10 minutos y los 5 últimos dedícalos a ayudar a tu cuerpo a recuperar su estado normal.