La bicicleta estática ayuda a tonificar los músculos y, sobre todo, representa una beneficiosa explosión de cardio para nuestro cuerpo. Las personas mayores tienen en este aparato un interesante aliado, pues proporciona un tipo de ejercicio suave y mejora mucho la circulación sanguínea.
Los siguientes consejos te ayudarán a sacarle el máximo partido a este clásico tanto de los gimnasios como de los hogares, especialmente si eres novato.
Ajusta tu bicicleta. Antes de empezar, tómate el tiempo que necesites para adaptar la máquina a tu cuerpo. Una mala alineación puede provocar dolor (especialmente en el trasero) e incluso lesiones. Además, no te permitirá trabajar los músculos adecuadamente.
Utiliza la resistencia. Es un aspecto crucial del ejercicio sobre una bicicleta estática. Imitar pendientes acentuadas para subir tanto sentados como de pie ayudará a dar forma a tus glúteos. Alterna tramos suaves, sprints y pendientes (lo que se conoce como entrenamiento de intervalos) para quemar más calorías.
Aprieta los glúteos y mantén las caderas hacia atrás durante las pendientes. De esta manera, no sólo moldearás tus músculos mucho más rápido, sino que también prevendrás los tirones y las lesiones.
No te saltes el enfriamiento. Pedalea a un ritmo suave al terminar el entrenamiento para otorgar a tus músculos tiempo para estirarse y recuperarse. Esta práctica también es beneficiosa para tu mente, ya que facilita la transición de la actividad al estado de reposo.