En la actualidad existen diversos productos endulzantes en el mercado para las diferentes necesidades de cada persona, sin embargo hay algunos aspectos que hay que considerar antes de elegir.
Los endulzantes sintéticos, o edulcorantes, ofrecen la ventaja de endulzar sin aportar calorías (a diferencia del azúcar), sin embargo no se recomienda que sean ingeridos de manera frecuente sino más bien sólo cuando sea estrictamente necesario.
Este tipo de productos se encuentran enfocados a personas que definitivamente no pueden consumir azúcar, a personas que sufren algún padecimiento como la diabetes o a personas que necesitan reducir su peso.
Por el contrario, para las personas sanas sin problemas de peso o enfermedades se recomienda ampliamente ingerir azúcar natural o, en su defecto, una mezcla de azúcar natural y de edulcorantes.
En el caso de niños, por ejemplo, hay que evitar estos últimos, especialmente durante el periodo de lactancia, y limitar el consumo de azúcar a la que se encuentra ya presente en alimentos como frutos, raíces y cereales.
A continuación los tipos de endulzantes, su origen y cualidades:
- Endulzantes naturales:
- Azúcar.- Proviene de la caña de azúcar o remolacha y presenta un sabor agradable (y sin sabores residuales).
- Stevia.- Originaria de la planta del mismo nombre, endulza 400 veces más que el azúcar normal de mesa sin aportar calorías.
- Endulzantes sintéticos:
- Ciclamato.- Su compuesto químico es la ciclohexilamina del petróleo y su dulzura es 30 veces mayor que el azúcar.
- Aspartame.- Proviene de aminoácidos modificados; endulza 180 veces más que el azúcar.
- Sacarina.- Su fórmula es tolueno y ácido antranílico; puede endulzar 300 veces más que el azúcar de mesa.
- Sucralosa.- Este compuesto es azúcar + cloro y es el mayor endulzante de todos –tanto sintéticos como naturales-, pues su dulzura es 600 mayor que el azúcar.
Fuente: Buena Mesa
Imagen: flickr