Casi siempre que se habla de adelgazamiento y, en general, de conseguir un cuerpo más saludable, aparece el tema de recortar la ingesta de azúcares añadidos, pero ¿qué son exactamente y cómo podemos hacer para identificarlos? Como su propio nombre indica, los azúcares añadidos no se encuentran de manera natural en los alimentos, sino que son agregados por la industria alimentaria. La fruta y los lácteos contienen azúcares naturales, mientras que los refrescos y otros productos con bajo aporte nutritivo llevan azúcares añadidos.
La cantidad máxima de azúcar recomendada es de 150 calorías (unas 9 cucharaditas) para los hombres y 100 calorías (unas 6 cucharaditas) en el caso de las mujeres, sin embargo, cuando se consumen productos con azúcares añadidos de manera diaria, estas cifras se pueden disparar, poniéndose en riesgo la silueta y la salud de las personas.
Identificar los azúcares añadidos es ahora más sencillo que antes gracias a que se han realizado esfuerzos para que las listas de ingredientes sean menos confusas. A menudo, incluyen un apartado de azúcares añadidos, además de un porcentaje de valor diario para ayudar a las personas a ajustar su consumo de azúcar con sólo un vistazo.
Buscaremos azúcares añadidos en todos aquellos productos que no sean frescos, desde los refrescos hasta los cereales, pasando por los zumos de frutas y las diferentes salsas en conserva. Y los podremos identificar aprendiendo los muchos nombres que adopta. Los más comunes son jarabe de maíz, jarabe de maíz de alta fructosa, jarabe de malta, azúcar de caña, azúcar moreno o azúcar de caña evaporado.
Lo ideal para recortar el consumo de azúcares añadidos es decantarse por aquellos productos con menor cantidad. En la mayoría de los que hemos mencionado arriba (cereales, zumos…), actualmente se cuenta con la posibilidad de elegir entre marcas que continúan añadiendo muchos azúcares añadidos y otras que han reformulado sus recetas para recortar una parte, y así ser más saludables para las personas.