Los antioxidantes son sustancias que consisten en inhibir la oxidación nociva de los radicales libres. Si el régimen es insuficiente en oxidantes o si el sistema tiene un exceso de radicales libres, se deberían consumir suplementos para destruir los agentes oxidantes.
Estos se pueden definir como sustancias cuya acción consistiría en inhibir la tasa de radicales libres nocivos de la oxidación, defensas de disminuciones que producen daños celulares con la capacidad de causar cáncer, arteriosclerosis y envejecimiento. Existen antioxidantes naturales, fisiológicos, presentes en nuestro organismo, o sintéticos.
En cada grupo, los antioxidantes pueden ser enzimas que aumentan la velocidad de degradación de los radicales libres, impidiendo que otros, implicando iones de metales de transición en la generación de radicales libres, por consiguiente protejan contra la infección, los daños celulares, el envejecimiento prematuro e incluso el cáncer.
Se trata de un grupo de vitaminas, de minerales y enzimas que protegen el organismo contra la formación de estos radicales. Se puede completar con una alimentación rica en antioxidantes como las vitaminas A, E, C, el selenio, el zinc, entre otros nutrientes.
Si la alimentación está inadecuada en esas sustancias o si el sistema posee un exceso de radicales libres, se recomienda tomar un suplemento para destruir los agentes oxidantes.