En las estanterías de las farmacias y de otras tiendas especializadas, los botes de complementos para deportistas se suceden uno detrás de otro. Proteínas, creatina, lactoserum, aminoácidos, cafeína, taurina, HMB, etcétera.
Los amantes de la musculación suelen escoger las proteínas en polvo, para aumentar rápidamente de peso, aumentar la masa muscular y mejorar los rendimientos físicos.
Encontramos diferentes clases de proteínas en el mercado, las proteínas de whey o lactoserum, proteínas de huevo, proteínas de soja, caseína, etcétera. En ciertos productos, encontramos también glúcidos, entonces se convierte en un weight gainer. Su alto contenido en azúcar permite incrementar la masa muscular y la masa grasa.
¿Es una buena estrategia recurrir a estos polvos de proteínas? Ciertamente, son prácticos, porque constituyen fuentes concentradas de proteínas que actúan rápidamente. Por lo tanto atraen mucho a aquellos que ponen su objetivo en los rendimientos. Pero conviene saber que cuando los weight gainer no van combinados con un entrenamiento apropiado, provocan un aumento de peso únicamente en forma de masa adiposa y no muscular.
Varios profesionales de la salud ponen en cuestión la utilidad de estos suplementos, y proponen más bien aumentar el aporte de proteínas en la alimentación. Recomiendan tomar una colación que contenga proteínas y glúcidos los 30 minutos siguientes al final del entrenamiento.
Un zumo de frutas con una porción de queso o un puñado de nueces mezcladas constituye una buena colación. Mencionemos finalmente que estos productos suelen costar caros, en particular si están fabricados a base de proteínas hidrolizadas.
Así pues, las proteínas son una fuente importante de alimentación a la hora de practicar musculación. Pero no olvidemos que las alternativas existen, y es posible que sean más saludables y económicas. Las proteínas en polvo siempre deben ir acompañadas de un ejercicio intenso, pues en caso contrario, lo único que logramos es aumentar de peso y la masa grasa del cuerpo.