Contrariamente a lo que piensan algunas personas, no consumir nada no ayuda a perder peso. De esta forma, no sirve de nada saltarse las comidas, en particular el desayuno. Es preferible tomarse de vez en cuando algún complemento alimenticio.
Estos, no sólo ofrecen nutrientes indispensables para la vida diaria, sino que ayudan a que el cuerpo se recupere por nuevos aportes de agua, un elemento que contiene un alto valor depurativo, favoreciendo la pérdida de peso. Además, esto permite evacuar toxinas del organismo, principales factores responsables de los desarreglos digestivos.
Para perder peso, conviene comer alimentos ligeros de buena calidad. Esto supone comer de forma moderada y ajustar la cantidad en función de las necesidades. Para reducir la sensación de hambre, se recomienda comer alimentos ricos en proteínas, y pobres en calorías.
Estas incluyen concretamente las frutas y verduras, así como las carnes magras. En la medida de lo posible, es preferible elegir productos biológicos o naturales. Optando por alimentos ricos en fibras, que se conservan más tiempo en el estómago, ayudamos a reducir las ganas de comer.
Más información – El método Apfeldolfer para adelgazar