Consejos para conseguir comer lentamente

La velocidad y el estrés de la vida cotidiana provoca que habitualmente se consagre poco tiempo a algo tan importante como es comer. Es importante ser consciente que consagrar pocos minutos para ingerir los alimentos es una práctica que tiene efectos inmediatos sobre la salud, afectando principalmente al buen proceso de digestión y provocando problemas intestinales, además de favorecer y facilitar el aumento de peso.

Comer lentamente no solamente es una forma de apreciar la comida y el sabor de los alimentos, sino también se trata de un hábito que se debería adoptar a diario porque es muy beneficioso para la salud.

Comer lentamente ayuda a tener una digestión alimenticia óptima. Cuando los alimentos se comen lentamente, el proceso de digestión se produce correctamente y los nutrientes se absorben mejor. Además, comer sin prisa impide la aparición de problemas gastrointestinales como los gases y flatulencias, los ardores de estómago y el reflujo gastroesofágico, que normalmente se presentan por culpa de una indigestión relacionada con el hecho de comer demasiado rápido.

Comer a un ritmo menor ayuda a mantener el peso ideal. En realidad permite ser consciente de la cantidad de comida que se ingiere y sentirse saciado con menos comida. Por eso para favorecer la pérdida de peso, se recomienda dedicar un tiempo suficiente a masticar la comida y comerla lentamente.

También se reduce el riesgo de sufrir el síndrome metabólico, una combinación de síntomas como la hipertensión arterial, el exceso de peso, la tasa de triglicéridos alta lo que al final puede conducir al paciente a desarrollar una enfermedad cardíaca y diabetes de tipo 2.

Además, al comer lentamente, el cuerpo está relajado, disfruta mejor de los nutrientes de los alimentos y se toma el tiempo necesario para apreciar el sabor de los alimentos, lo que provoca un estado de humor mucho mejor.