Cómo hacer zumo de granada

granada

La granada es una de las frutas otoñales por excelencia. Muchas personas esperan esta estación del año con muchas ganas para poder saborear esas perlas de color rojo que nos hace pensar que son dulces pequeños diamantes.

La granada, por su sabor, forma y propiedades acompaña numerosas recetas, tanto dulces o saladas. Sin embargo, nosotros explicaremos tres modos muy sencillos de aprovecharnos de esta fruta a través de su jugo, aprenderemos a hacer zumo de granada casera. 

Es un zumo muy saludable, con un suave sabor, delicioso y con un aspecto muy vistoso. Además, en la época en la que nos encontramos, Halloween, puede ser una buena ocasión para simular una bebida sangrienta.

La granada no es una fruta común y sencilla, es más tediosa que una manzana, una pera o un plátano. Necesita de cierto tiempo para extraer sus semillas y puede teñir la piel de nuestras manos.

Exprímela

Es la forma más sencilla. Como si de una naranja o un cítrico se tratara debes cortarla por la mitad y con ayuda de tu exprimidor de casa exprimirla. Olvídate de desgranarla porque no será necesario. Una vez que hayas obtenido todo el jugo de la granada o granadas en cuestión, tendrás que hacerte con un colador y colar el resultado.

La granada la recubre una piel o corteza muy gruesa y de sabor amargo que podría estropear tu zumo, por ello, no olvides este paso para que el resultado sea excepcional.

Con ayuda de una bolsa de plástico

Si en casa no cuentas con un exprimidor, puedes usar el ingenio y utilizar una bolsa de plástico. Esta técnica por sorprendente que parezca la utiliza mucha gente que está habituada a tomar zumo de granada.

Olvídate de los aparatos electrónicos y utiliza tus manos para obtener el jugo. Esta técnica te puede sacar de cualquier apuro porque tan sólo necesitarás una bolsa de plástico limpia y de tamaño medio, y por supuesto, la materia prima, la granada.

Desgrana la fruta y métela en la bolsa de plástico. A continuación con ayuda de una maza de cocina empieza a machacar y aplastar las semillas hasta que todo su jugo aparezca y esté bien llena de líquido la bolsa.

Para extraerlo, haz un pequeño orificio en una de las esquinas y libera el zumo en un vaso. Lo ideal es que el agujero sea estrecho para evitar que las impurezas salgan. Es una técnica más artesanal y muy rudimentaria pero con muy buenos resultados.

Utiliza tu batidora

Este es el recurso que más se utiliza, ya que la gente no suele recurrir ni a bolsas de plástico ni al exprimidor. Una batidora siempre la tendremos a mano, pocas cocinas no cuentan con una, por esta razón, es el aparato más utilizado para hacer zumos y jugos de frutas.

La batidora te permite gracias a su velocidad obtener el zumo rápidamente, aun así, también tendrás que colar la mezcla porque las semillas tienen impurezas que pueden hacer que su gusto y textura no sea la más deseada.

Estos tres trucos de cocina también nos servirían para conseguir mosto, es decir, zumo de uva, ya que la forma y cualidades de la fruta son muy parecidas. Ahora es tu turno de empezar a consumir zumo de granada ya que es ideal para cuidar de tu organismo.


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